La soledad suponía el reto más importante al que se enfrentaban los expats que llevaban menos de un año viviendo en el extranjero. Este dato se extrae de una encuesta realizada en 2021 a más de 18.000 expats de todo el mundo.
Este hecho tiene su lógica por tres razones:
- Nada más llegar a un nuevo país hay que construir nuevas redes sociales y en ese camino se transita por muchos sentimientos de soledad.
- De alguna forma hay un sentimiento de pérdida ante la distancia con la antigua red social.
- La pandemia además acrecentó mucho este reto para todo el mundo, pero de forma más sensible en los expats que vivían con la incertidumbre de cuando podría volver a viajar a sus países
La conclusión es que a medida que avanza el proceso de integración en el nuevo lugar de acogida, la sensación de soledad no resulta el reto más difícil pero la encuesta y mi experiencia profesional acompañando a expats, muestra que la soledad se mantiene estable como el reto más difícil de lidiar en la tercera posición para expats que viven entre 1-2 años, 3 y 5 años y más de 5 años.
Por lo tanto es un tema muy importante en el universo Expat al que le dediqué un episodio en mi Podcast Psico-Expat.
Es importante tener en cuenta que aunque la persona se mude al extranjero acompañada de su pareja, hijos u otro familiar, se verá obligada a construir nuevas redes sociales al mismo tiempo que lidia con momentos de soledad (individual y compartida) que debe gestionar emocionalmente.
Si lo miramos desde el lado más constructivo, irse a vivir al extranjero nos ofrece también una oportunidad de estar nosotros mismo y conocernos de una manera que hubiera sido difícil antes de hacerlo. Y aunque es un gran reto gestionar la soledad que se vive en ocasiones, este aprendizaje nos puede proporcionar una capacidad de adaptación y autoconocimiento super valioso en nuestro proyecto de vida en general.

¿Cómo afecta sentirnos solos a la salud?
La soledad no se trata solo de estar solo. La soledad en realidad puede ser agradable y enriquecedora , ayudándonos a recargar energías. Pero cuando la soledad no es constructiva puede contribuir a un problema de salud mental y físico.
La soledad es un sentimiento subjetivo en el que las relaciones sociales de uno no coinciden con los deseos y necesidades personales, ya sea porque tenemos pocas conexiones o porque nos sentimos insatisfechos con las que tenemos. Por ejemplo, para algunos, la soledad puede significar una falta percibida de conexiones emocionales cercanas. Para otros, la soledad surge cuando tienen menos contacto con otras personas de lo que les gustaría.
Para entender la profundidad de nuestra relación con la soledad, dos estudios nos muestran resultados más que reveladores:
- La falta de cualquier tipo de conexión social constituye un factor de riesgo de mortalidad, comparable a fumar hasta quince cigarrillos al día. (Estudio)
- la soledad aumenta en un 26 por ciento el riesgo de muerte a edad más temprana. (Estudio)
Conclusión: Si la soledad se cronifica, puede conllevar problemas en la salud y el bienestar. Y en el caso de las personas que viven en el extranjero es más sensible al «perder» su red social y tener que construir una nueva. Además esto se acentúa más si que su red en el lugar de origen no es muy constructiva.
El apoyo social es un pilar fundamental de bienestar y por eso quiero compartir algunos consejos sencillos basados en la ciencia que pueden ayudarte a lidiar con eso momentos de soledad mientras vives en el extranjero y estás especialmente sensible.
¿Qué puedes hacer cuando te sientas sol@ viviendo en el extranjero?
Hay muchas actividades y cosas que puedes hacer, dependiendo de la persona y su entorno. Algunos están más relacionados a seguir creciendo junto a las relaciones que ya se tienen, aunque se viva en la distancia, otros implican mirar más hacía tu interior y otros tal vez tenga más que ver con construir nuevas redes o sencillamente buscar apoyos menos profundos pero efectivos. A continuación te propongo algunas ideas sobre cómo lidiar con la soledad.
- Ponte en contacto con amigos y familiares que viven en el país de origen. Organizar videollamadas o llamadas con personas de nuestro país de origen con las que sentimos afinidad y que nos proporcionan sentimientos saludables. Con ellas puedes compartir tus experiencias, tus inquietudes, tus alegrías sin miedo al reproche. Seguir cultivando estas relaciones de forma equitativa es de gran ayuda.
- Sal de casa y visita sitios dónde se congregue gente. Las personas nos beneficiamos al estar en contacto con redes sociales que parece más distantes. Estas redes las tienes cerca; forman y construyen tu entorno como vecinos, colegas de trabajo, trabajadores de las tiendas e incluso personas con las que te encuentras en la calle, en un parque o en una cafetería. Un saludo, una pequeña conversación, estar en un lugar con el murmullo de la gente, observar las actividades sociales e interaccionar verbal o no verbalmente con otras personas ayudan y mucho. Además de practicar el idioma aunque sea en pequeñas dosis. Cuando te sientas sol@: ofrécete este mantra «vamos a vestirnos y vamos donde hay gente»
- Sumérgete en la nostalgia de forma constructiva. Vives fuera y la nostalgia está muy presente en según que momentos. Es un sentimiento muy vinculado a la persona que vive fuera de su país de origen pero como compartí en un episodio dedicado a la nostalgia de mi Podcast Psico-Expat , la nostalgia bien regulada también puede ayudarnos a combatir la soledad porque nos recuerda experiencias en las que nos sentimos conectados con otras personas. La nostalgia también puede aumentar nuestro sentido de significado en la vida , algo es una sensación que a menudo sufrimos cuando nos sentimos sol@s.
- Participa de algún evento, curso o asociación que te permita el contacto social algo más «profundo». Considera ir a a un lugar donde hay una charla, un tour por tu nueva ciudad, un espacio para espectáculos o a cualquier lugar donde pueda encontrarse con personas. También puedes apuntarte a un curso en donde entres en contacto con otras personas. En este caso como implica interacción normalmente tenemos miedo por la barrera del idioma. Pero seguro que te sorprendes y encuentras personas saludables que te abrirán las puertas a pesar de las dificultades. O personas que hablan tu idioma que se juntan para acudir a eventos. Si no encuentras nada en tu idioma, trata de se proactiv@ y crear actividades que puedas divulgar en la red para buscar gente que quiera participar.
- Conecta con algún grupo con enfoque positivo sobre la vida en el extranjero que hable tu lengua materna. Todos sabemos que cuando nos mudamos al extranjero algunas personas son reacias a entrar en contacto con personas de su misma lengua materna. Creemos que al hacerlo estamos perdiendo la oportunidad de practicar el idioma local. Está bien querer fomentar el contacto con personas autóctonas pero no olvides que estamos hablando de soledad que muchas personas que hablan tu idioma pueden proporcionarte apoyo y momentos agradable. Eso no te quitará la oportunidad de contactar con otras personas en otros idiomas. Pero como cualquier grupo, es muy importante que sea constructivo y positivo. Es muy importante identificar a las personas que transmiten cierta «toxicidad «en relación a la vida en el lugar que estás viviendo y a las personas que te proporcionan un empuje hacia delante para ayudarte en el camino de tu integración. Existen grupos de madres y padres con hijos de la misma edad, grupos que comparten la afición a un deporte u otra afición, etc.
- Se amable con las personas que te rodean, incluso si son extraños. Cuando sentimos soledad somos tendentes a encerrarnos en nosotros mismo y convivir con la tristeza de forma poco saludable. Ayudar a los demás y ser amable con ellos se ha demostrado que puede cambiar nuestro estado de ánimo. Hacer pequeños actos de bondad puede ayudar a sentirnos más conectados y si nos sentimos conectado no sentiremos menos solos.
- Promueve el autocuidado básico: alimentarse bien, hacer ejercicio y cuidar la higiene del sueño. Siempre se ha subestimado la conexión mente-cuerpo pese a que tenemos cada vez más evidencia científica de la interconexión que existe para promover mutuamente el bienestar. Comer alimentos saludables puede ayudar a lidiar con estados depresivos o ansioso, practicar ejercicio en la naturaleza diluyen los pensamientos de preocupación o rumiación o eventos pasados o promover la higiene del sueño nos ayuda a regenerar el cuerpo para no ser tan reactivos a la hora de afrontar dificultades. Si ves que no tienes recurso para lidiar con la soledad o cualquier otra emoción el autocuidado es un importante comienzo.
- Pide ayuda profesional a un psicólogo o un grupo de apoyo. Hay ocasiones en la que a pesar de hacer todo lo posible parece que no somos capaces de salir adelante o lidiar con la soledad. Está inundando nuestras vidas de forma poco saludable. Puede ser debido a muy diferentes factores que requieren de un apoyo profesional para no quedarnos estancados.
Sin embargo, hagas lo que hagas, no dejes que la soledad se aferre a tu vid de forma poco saludable. Tal vez suene difícil en esas fases viviendo en el extranjero reunir energías para hacer algo que te conecte a otras personas. Tal vez la barrera del idioma te frena. Tal vez la situación económica, familiar o laboral no lo pone fácil por la razón que sea.
Pero es bueno intentarlo y comenzar con algo que pueda llevarse a cabo, armarse de paciencia y poco a poco ir transformando los momentos de soledad negativa en momentos para conectar con un nuevo mundo y realidad social que está ahí para descubrirla y saber que aunque podemos sentirnos solos no estamos solos es el primer paso en el camino de estar con uno mismo de forma constructiva y conectar poco a poco para construir una nueva red social.
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