Realmente tener una relación saludable se fundamentan en las mismas razones por las que se rompe pero a la inversa. Según un estudio de la Universidad de California los seres humanos tenemos una tendencia a recordar los aspectos malos más que los buenos. Y sobre todo: que es fácil ir de lo bueno a lo malo, pero mucho más difícil ir de los malo a lo bueno. Cuando sufres una ruptura con el tiempo posiblemente reanudes una relación y tal vez sea bueno revisar que puede hacerla más sólida aprendiendo de las experiencias pasadas o presentes.
Al hilo de esto, parece que en materia de relaciones de pareja se dan por sentado los momentos buenos pero los problemas se cristalizan y actúan de forma más presencial por lo que los comentarios negativos salen a la luz de forma más sencilla lo que junto con otros factores pueden crear un caldo de cultivo nocivo para la pareja.
Un estudio de la revista Science titulado “Prevalence-induced concept change in human judgment” sugiere que si nuestra relación no tiene ningún problema importante, es más probable que tomemos lo que antes se consideraba un asunto pequeño y lo consideremos más problemático. Sorprendente y esclarecedor ¿no es cierto?
Aunque focalizarse en mejorar los aspectos problemáticos de nuestra vida y una relación es importante, es fundamental también hacer el esfuerzo de no perder la pista sobre las cosas positivas que suceden. Prestar atención a las fortalezas de tu relación la hará crecer y dotarla de buenos mecanismo para apoyar los aspectos problemáticos y tratar de sanarlos de forma compartida
Es fundamental hacer el esfuerzo de no perder la pista sobre las cosas positivas que suceden en una relación y no solo los problemáticos o negativos.
El doctor y experto en psicología de las relaciones Gary W. Lewandowski Jr propone diez pilares fundamentales basados en evidencia científica que ofrecen una perspectiva amplia pero clara para saber qué características tiene una relación sana y por tanto más duradera y satisfactoria en principio. Nada es perfecto en una relación pero es interesante aprender y valorar aspectos que puedan ayudarnos a construir relaciones más sanas y constructivas.
A continuación los 10 pilares básicos resumidos sintéticamente:
- Puedes ser tú mismo/a. Las parejas que se aceptan mutuamente tal y como son sin tratar de cambiarlas constantemente y juzgarlas tienen más satisfacción en su relación
- Sois los mejores amigos. Parece que las investigaciones muestran que percibir que tu pareja es tu mejor amigo/a tiende a estar más comprometido con ella y ofrecen un universo de apoyo más afectuoso y positivo.
- Te sientes cómodo/a. Las parejas que comparten emociones y conversan libremente sobre ellas de forma cómoda y sosegada genera una sensación de confianza y estabilidad a pesar de posibles momentos de vulnerabilidad que se puedan experimentar.
- Sois más parecidos que diferentes. Aunque hayan diferencias en la esencia, si sois más parecidos aumenta la probabilidad de satisfacción. Párate a pensar en ello y piensa en profundidad en las similitudes. Tal vez a uno le guste caminar por el campo y a otro por la ciudad viendo tiendas, más lejos de una pequeña diferencia, en esencia os gusta caminar.
- Sientes que sois un equipo. Un ejemplo simbólico: cuando te preguntan y respondes con “nosotros” de forma habitual es un gran signo de equipo en la relación. El saber que cada uno tiene su espacio, es respetado pero que juntos estáis construyendo una vida compartida hace que la relación se perciba con más satisfacción y facilita la realización de cambios si son necesarios.
- Tu pareja te hace mejor persona. Una relación que no te hace mejor persona dista mucho de ser óptima. Si la relación ayuda a tu desarrollo personal y sientes que creces personal y de forma compartida es un gran signo de ser una relación sana.
- Compartir el “poder”. Sencillamente cuando la relación de poder, la toma de decisiones y acuerdos es equitativa y se percibe así, la relación va por buen camino.
- Ser fundamentalmente buena persona. Sorprendentemente sencillo cuando nos preguntamos qué queremos de la pareja suelen coincidir estos aspectos por lo general: me gustaría que mi pareja sea alguien que sea fiable, cálido, amable, justo, digno de confianza e inteligente. Estos hechos parecen demostrar que buscamos estabilidad emocional y personalidades agradable junto a nosotros. ¿Es tu caso? ¿Cómo definirías los valores que quieres que albergue tu pareja aceptando las diferencias obvias?
- Confianza mutua. La confianza fomenta el compromiso y el compromiso fomenta la confianza. Un ciclo fundamentado ampliamente y que desemboca en percibir y sentir que nuestra pareja está cuando la necesitamos y conoce nuestros intereses y necesidades en líneas generales. Y si no los conocen tenemos la capacidad y confianza para compartir las necesidades.
- No existen problemas serios. En una relación puede haber problemas y problemas más complejos: la falta de respeto, el engaño, los celos y el abuso emocional o físico son destruyen la relación aunque no se separen las partes, generando un sufrimiento tremendamente nocivo y produciendo un desgaste físico y psicológico muy peligroso.
Llegados a este punto, es bueno preguntarse ¿Cuántos de estos pilares tiene la relación? ¿Cuáles no tienes o carecieron tus relaciones? ¿Cómo podrías mejorarlos en tu relación actual o en próximas relaciones? En muchas ocasiones partir de recuperar que de bueno tiene tu relación es un aspecto básico para poder mejorar otros aspectos. Así mismo si se inicia una relación reflexionar sobre las experiencias pasadas y lo que queremos o no puede ser buena forma de lograr relaciones saludables.
Necesitamos construir desde las fortalezas y trabajar las vulnerabilidades sujetados a algo positivo y constructivo. Estos diez pilares pueden ser complementados por otros que consideres en tu caso concreto. Esta base puede ser un buen punto de partida para construir día a día una relación más sana y enriquecedora teniendo en cuenta los aprendizajes del pasado.