Es imposible encontrar a alguien que no tenga nada de autoconfianza. Sencillamente es que la baja autoconfianza puede afectar algunas algunas actividades específicas o también de forma más expansiva o global. Por eso creo que un buen ejercicio de autoconocimiento para trabajar y mejorar la autoconfianza es conocer las posibles causas. Vamos a ello.
¿Qué es la autoconfianza?
Podríamos definirla como la confianza en las propias capacidades, habilidades, y creencias de que uno/a es capaz de cumplir con las exigencias de una tarea o los retos de la vida sin importar los obstáculos, las adversidades o dificultades pero teniéndolos en cuenta, y la voluntad de actuar en consecuencia.
La brecha de la confianza
La brecha de la confianza es ese lugar en el que se queda uno atrapado cuando el miedo hace su aparición en el curso de los retos, los sueños o acciones deseadas que queremos llevar a cabo. Es decir, es ese espacio en el cual no realizamos una acción que importa a la espera que llegue hasta que no sintamos que tenemos confianza. Y es esa creencia la primera barrera que que tenemos el reto de traspasar.
Los actos de confianza son lo primero, los sentimientos de confianza vienen después.
Russ Harris
¿Cuáles son las posibles razones por las que generamos pérdida de confianza?
Hay varias razones y voy a exponer algunas que considero importante tener en cuenta bajo mi experiencia trabajando con personas ayudándolas dentro mi programa de autoconfianza y autoestima.
- Expectativas demasiado elevadas. ¿Eres de esas personas que nunca se sienten satisfechas? ¿Es como si estuvieras exigiéndote cada vez más y más sin poder regularlo? ¿La distancia entre lo que quieres y lo que puedes lograr es muy amplia y difícil de abarcar? Si es así, es fácil que estés inmerso en un perfeccionismo no muy sano y que acabes teniendo como consecuencia miedo al fracaso y a cometer errores.
De esta forma podrás volverte muy autocrítico si no se cumplen tus expectativas lo que hará que mine posiblemente tu autoconfianza. Cómo explico en mi artículo «5 formas de ajustar las expectativas de forma constructiva»: Las expectativas son creencias personales que proyectan la esperanza de realizar o conseguir algo y/o la posibilidad razonable de que algo suceda. Las expectativas no son malas, al revés son importantes y necesarias en nuestra vida pero el problema es que exista una gran distancia entre la propia expectativa y la realidad de llevarse a cabo. - Juzgarse a uno mismo con excesiva severidad. ¿Te menoscaba tu propia mente? ¿Te dices que no tienes lo que hace falta o que no eres lo bastante bueno en lo que haces? ¿Te dices que eres inadecuado o incompetente? ¿Te asegura que en cualquier momento lo vas a estropear todo? ¿Te afirma que lo haces mal? ¿Alguna vez has experimentado el «síndrome del impostor» que utiliza tu mente para convencerte de que, en realidad, no eres competente, no tienes habilidades suficientes de que no sabes lo que estás haciendo, de que te las has arreglado para llegar a donde estás, pero que en cualquier instante se va descubrir como un fraude?
Si has contestado «sí» a alguna de estas preguntas, entonces es no te apures porque en realidad en en cierta medida normal porque todos albergamos de forma natural y evolutiva ese tipo de pensamientos negativos o auto-juicios nocivos propios de cuando debemos lanzarnos a algo que especialmente es nuevo o pone en juego nuestra confianza.
Nuestra mente trata de protegernos ante el peligro pero debemos estar atentos a cuando ese inmovilismo nos impide llevar la vida que queremos llevar a causa de dicha actividad de defensa por parte de nuestra mente. - Preocuparse por el miedo. El miedo es un sentimiento de agitación y/o desasosiego en respuesta a una amenaza real o imaginada. Todos tenemos nuestros miedos íntimos y personales. Esos miedos que todos albergamos y hace su aparición por diversas razones: una mala experiencia, proyección de futuro negativa, un inmovilismo extendido en el tiempo, demasiado análisis que produce parálisis, reproches etc.. Cuanto más preocupados estemos con nuestros miedos, mayores se volverán estos, y lo más probable es que acaben socavando nuestra confianza. No olvidemos que el miedo puede ser un gran aliado pero en muchas ocasiones se muestra como lo contrario. El reto relacionarnos con el de una mejor manera y no tanto evitarlo.
- Falta de experiencia. Si hemos tenido poca o ninguna experiencia en algo, no podemos esperar sentirnos muy confiados como es lógico. Pero si no nos lanzamos a adquirir esa misma experiencia quedaremos atrapados en la brecha de confianza que escribía antes.
Es como aquella situación cuando uno está recién salido de sus estudios en dónde no te contrataban porque «no tienes experiencia laboral» o cuando nos decimos que no podemos montar un grupo de música porque no tengo suficiente experiencia tocando. Siempre podemos buscar la forma de ganar esa experiencia y generar el acto de confianza que es el primer aspecto a tener en cuenta: la confianza llega con el ato de confianza primero. - Falta de habilidades. No es natural sentir confianza a la hora de hacer algo, a menos que uno sea razonablemente competente en lo que va a realizar. Y de ahí surge una pregunta interesante: ¿Cómo nos volvemos más competentes o hábiles para hacer algo?: una primera respuesta podría ser practicando, practicando, practicando.
- Experiencias de vida. Hay una serie de experiencias individuales que pueden hacer que te sientas completamente inseguro de ti mismo o incluso sin valor. Aquí hablaré de algunas.
- Trauma. Los abusos físicos, sexuales y emocionales pueden afectar significativamente nuestros sentimientos de autoestima y autoconfianza. Si una persona se encuentra atrapada en esa experiencia o se siente atormentada o avergonzada por por ello, es fundamental valorar la posibilidad de buscar tratamiento con un profesional autorizado.
- Estilo de crianza. La forma en que nos trataron en nuestra familia de origen puede afectarnos mucho más allá de la infancia. Por ejemplo, si tuviste un familiar o persona cercana que te menospreciaba constantemente o te comparaba constantemente con otros por ejemplo, es probable que lleves esos mensajes contigo hoy. Los problemas de salud mental y de abuso de sustancias de los padres también pueden tener influencia. Lograr un apego seguro es fundamental en esta material
- Intimidación, acoso y humillación. El acoso en la infancia puede dejar una marca en tu confianza en relación a tu aspecto, tus capacidades intelectuales y deportivas, y otras áreas de tu vida.
- Origen étnico y cultural, genero, discapacidad, y otras experiencias que atentan el respeto a la diversidad. Si se ha sido víctima de la discriminación, o eres miembro de alguna identidad marginada, es posible que también hayas interiorizado algunos mensajes negativos y falsos sobre tu potencial y por tanto la autoconfianza y autoestima podrían estar afectadas.
- Trauma. Los abusos físicos, sexuales y emocionales pueden afectar significativamente nuestros sentimientos de autoestima y autoconfianza. Si una persona se encuentra atrapada en esa experiencia o se siente atormentada o avergonzada por por ello, es fundamental valorar la posibilidad de buscar tratamiento con un profesional autorizado.
- El mundo que nos rodea. Muchos mensajes de los medios de comunicación están diseñados para hacernos sentir faltos de algo y por tanto puede comprometer la autoconfianza si no hemos trabajado de forma sólida nuestra autoaceptación. Quiero incidir que para tener una buena autoestima es importante primero trabajar por la autoaceptación ya que hará que sea más sólida. ¿Cuál es la diferencia? Puedes conocer la diferencia en este artículo que escribí sobre ello.
Las empresas que quieren venderte productos de todo tipo o formas de vida suelen empezar con el «truco» por hacerte sentir mal contigo mismo, a menudo introduciendo un «problema» del que nunca te habrías dado cuenta de otra manera o tal vez no lo considerabas importante. Nos empujan a hacer una comparación deshonesta y cruel.
Es fácil creer que todo el mundo que te rodea tiene una vida «mejor» que la tuya con una carrera profesional envidiable, un cuerpo fantástico, una vida intensa y fascinante, una pareja perfecta etc.
E importante tener presente que de nosotros vemos lo interno pero lo que vemos de los demás es una pátina pulida en muchas ocasiones y editada. Es esa cultura nociva de la publicidad levada a las redes sociales personales. En realidad todo el mundo tiene días malos, cometen errores, tienen dudas e imperfecciones físicas. Sólo que no los publican.
Cómo escribía Dan Greenburg en su libro «cómo ser un perfecto desdichado» no hay mejor cosa que aprender a compararse a otras personas para hacer de tu vida más desdichada». Está claro que esté mundo que nos rodea genera más capacidad de producir falta de confianza.
De modo que cuando nos falta autoconfianza, estas razones pueden estar detrás de la falta de confianza o se haya perdido de alguna manera. De momento es importante tener en cuenta que el desarrollo de una confianza auténtica requiere trabajo. O, mejor, requiere de una acción comprometida basada previamente y a la par en tus propios valores que significan preguntarnos como actuar como la persona que queremos ser y hacer aquello que de veras nos importa. Estos dos aspectos son parte fundamental del trabajo que realizo como psicólogo especializado en gestión emocional y flexibilidad psicológica.
Por eso la meta en mi trabajo en mi programa sobre autoconfianza y autoestima se incide en la voluntad y el compromiso de dar pasos hacia metas valoradas e importantes para ti a pesar de las dificultades o del miedo a lo desconocido.
El arte de la autoconfianza auténtica comienza en el acto de tener confianza acompañada de una parte de saber los que importa (tus valores), una parte de competencia y habilidades por desarrollar mientras se avanza, una aceptación sincera con tus emociones y una gran dosis de (auto)empatía y amabilidad con uno mismo.
Carlos Rodríguez