Los humanos nos hemos vuelto bastante malos en este acto vital básico y fundamental. Respiramos por la boca y en el pecho, y lo hacemos demasiado rápido. Por lo que aprender a respirar mejor y tomarse un momento del día solo para respirar es una forma efectiva de regular el estrés momentáneo.
El 90% respiramos incorrectamente y hacerlo bien puede promover y ayudar a prevenir o atajar una amplia gama de enfermedades modernas.
Cuando respiramos de forma superficial y rápida, enviamos señales de estrés al cuerpo. Cuando hacemos exhalaciones largas, enviamos señales al cuerpo de que estamos seguros.
Cambiar nuestra respiración puede cambiar la mente. Puede cambiar el estado de estrés del cuerpo. Puede eliminar la ansiedad y dejarnos relajados, positivos y resilientes.
¿CÓMO RESPIRAR BIEN?
INDICACIONES BÁSICAS
Siéntate erguido para dejar las vías respiratorias abiertas y despejadas: pecho arriba, barbilla abajo. Respira con la boca cerrada, por la nariz. Respira fácil y cómodamente, utilizando el método ligero, lento y profundo:
- Respira ligero,-suave, apacible y tranquilamente-.
- Respira lentamente
- Respira profundamente hacia abajo, hacia el diafragma (las costillas se ensanchan hacia los lados)
CONSEJOS
- Te recomiendo practicar 2 veces al día, 10 minutos cada vez durante un par de semanas como mínimo y darle continuidad.
- Al principio es mejor practicar cuando estés más tranquil@. Te resultará más fácil si estás acostad@ o recostad@ en algún lugar cómodo, silencioso y con temperatura agradable.
- No tomes mucha cantidad de aire. Es mejor que respires por la nariz, pero si tienes algún problema que te lo impida, respira por la boca sin abrirla demasiado.
- Cuando domines la técnica practícala en diferentes posiciones (sentado, de pie, andando) y en diferentes lugares, empezando por los que te resulten más fáciles.
- No la utilices para intentar controlar la ansiedad, hasta que sepas respirar de este modo, sintiéndote cómodo y relajado. Para esto, antes tienes que practicar muchas veces.
- Cuando tu mente se desvíe hacia preocupaciones o pensamientos, vuelve a centrar tu atención en la respiración y en las sensaciones de tu cuerpo.
